Tanto si alguna vez tuviste interés por los vehículos eléctricos como si siempre has pensado que los de combustión ofrecían mayores ventajas, ha llegado el momento de familiarizarse con los tipos que hay. Ya han dejado de ser un futuro lejano para convertirse en nuestra nueva realidad. Con el visto bueno a las normativas que limitan progresivamente a los vehículos tradicionales en las carreteras, más tarde o más temprano, todos tendremos que apostar por la movilidad eléctrica. En este artículo, haremos un repaso por los diferentes tipos que hay y sus características.
La razón de ser de este artículo es que hay varias opciones a la hora de elegir vehículos eléctricos. No obstante, todos se basan en un funcionamiento similar. En lugar de depender de un motor de combustión que quema combustible para generar energía, utilizan motores eléctricos que son alimentados por baterías recargables o, en algunos casos, por celdas de combustible.
El corazón de un vehículo eléctrico es su sistema de propulsión eléctrica, que consta de uno o varios motores eléctricos. Estos convierten la energía eléctrica almacenada en la batería en movimiento, para obtener la fuerza que impulse al vehículo.
Dicha energía eléctrica proviene de una batería recargable, que son paquetes de celdas que almacenan energía química y la liberan en forma de electricidad. Las baterías también pueden variar en tamaño, composición química y capacidad de almacenamiento, y su rendimiento está directamente relacionado con la autonomía del vehículo.
Otro punto a destacar en los vehículos eléctricos es la gestión de la energía, que optimizar la eficiencia y la autonomía a través de la batería, el motor y otros componentes. Por ejemplo, a través de la aceleración, que distribuye la energía, o la frenada regenerativa, que recarga la batería. Este último aspecto también presenta diferencias, como veremos a continuación en los tipos de coches eléctricos que hay en el mercado.
Vehículos Eléctricos de Batería (BEV)
Los vehículos eléctricos de batería, también conocidos como BEV por sus siglas en inglés Battery Electric Vehicles, son aquellos que se alimentan exclusivamente de la energía almacenada en sus baterías recargables. Estos vehículos no necesitan ningún otro tipo de combustible para funcionar, puesto que su motor eléctrico es el encargado de propulsar al vehículo. Las emisiones directas de gases contaminantes de este tipo de vehículo son nulas, por lo que son interesantes para quienes buscan algo sostenible.
Vehículos Eléctricos Híbridos (HEV)
Los vehículos eléctricos híbridos combinan un motor de combustión interna con uno eléctrico. Es decir, que se pueden mover tanto usando electricidad como combustible. Su ventaja principal es que son más eficientes en el consumo de combustible, puesto que pueden pasar a la modalidad eléctrica en ciudad y en los atascos. Además, aprovechan la energía generada durante la frenada para recargar la batería eléctrica. Sin embargo, dado que no son completamente eléctricos, emiten gases contaminantes.
Vehículos Eléctricos Híbridos Enchufables (PHEV)
Los vehículos eléctricos híbridos enchufables son una variante de los HEV. Funcionan igual, pero su batería es más grande y se puede recargar conectándola a una fuente de electricidad externa. Gracias a esta característica, pueden circular distancias más largas en modo eléctrico, y así reducir el consumo de combustible y las emisiones. Los PHEV son una opción interesante cuando se necesita una autonomía considerable, pero a la vez se quiere aprovechar al máximo la energía eléctrica.
Vehículos Eléctricos de Celda de Combustible (FCEV)
Los vehículos eléctricos de celda de combustible utilizan hidrógeno para generar electricidad a través de una reacción química en una celda de combustible. Esta electricidad alimenta el motor eléctrico del vehículo e impulsa las ruedas. A diferencia de los BEV, los FCEV no necesitan recargar sus baterías, ya que pueden repostar hidrógeno en estaciones especializadas. Sin embargo, aunque su único subproducto sea agua, la producción de hidrógeno sí contamina.
Vehículos eléctricos de dos ruedas y cuadriciclos ligeros
Junto a los anteriores, existen otras opciones que también entran dentro de la categoría de vehículos eléctricos. Son los scooters y ciclomotores, las bicicletas, los patinetes eléctricos y los cuadriciclos ligeros. Estos últimos son en apariencia coches normales, pero además de ser eléctricos en este caso, funcionan con las limitaciones de potencia de los ciclomotores. Es decir, que tienen una velocidad máxima de 45km/h y son solo para circular por entornos urbanos. Y como ventaja añadida, no necesitan carnet de conducir, sino únicamente la licencia AM.
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